La comunidad educativa del Colegio San José lamenta con profundo dolor y tristeza el fallecimiento del Papa Francisco, ejemplo de humildad, servicio y amor al prójimo. Rezamos por él y damos gracias a Dios porque nos ha regalado durante 12 años este pontificado que nos ha enriquecido a toda la Iglesia.

Padre Bueno,
hoy, en cada uno de nosotros,
se siente un poco más de silencio,
una mezcla de tristeza y ternura,
porque el Papa Francisco ha regresado a Ti.

Gracias por habernos regalado a este Papa tan cercano,
que supo tocarnos el corazón con sus gestos sencillos,
con su sonrisa auténtica.

Gracias porque nos enseñó
que ser cristiano es más que rezar:
es salir, abrazar, cuidar, y hablar claro.

Él nos recordó tantas veces
que «la familia es un tesoro precioso,
la escuela donde se aprende a amar y ser amado».
Ayúdanos, Señor, a cuidar ese tesoro cada día,
a protegerlo y valorarlo siempre.

Hoy, toda la comunidad educativa rezamos unidos,
porque queremos seguir su ejemplo.
No queremos una fe aburrida.
Queremos vivir como él:
con los pies en la tierra y el corazón en el cielo.

Virgen del Patrocinio, Madre nuestra,
cubre con tu manto a Francisco,
y también a cada una de nosotros,
que hoy, unidos en esta oración,
nos sentimos más cerca.

Dale Señor, tu Paz.

                                                                    Amén.